martes, 18 de marzo de 2014

Mutación




"Mutación" 

Acuarela sobre papel, 18 Sept. 2005



  Hace ya más de una década se descubrió que las hebras de ADN tienen en sus extremos grupos de moléculas aparentemente inactivas llamadas telómeros. Estos telómeros protegen las moléculas de ADN verdaderamente activas de los cambios o mutaciones que podrían alterar su correcta duplicación y así dar lugar a malformaciones, enfermedades y envejecimiento.

   Siempre que una célula se divide, se pierde una porción de los cientos de telómeros disponibles en cada hebra. Esto significa que después de unas 50 divisiones las moléculas de ADN sufren alteraciones, la célula no puede dividirse exactamente como debería, se deteriora y finalmente muere. Así comienza nuestro proceso de envejecimiento.

  Ahora bien, hay una enzima que replica los telómeros: Telomerasa. Mientras somos jóvenes producimos la suficiente para mantener nuestros  telomeros intactos. Sin embargo, cuando alcanzamos la edad adulta, el cuerpo deja de producirla.

  La telomerasa permite, pues, que las células vivan durante un periodo de tiempo indefinidamente largo. Un hecho interesante es que la presencia de células cancerígenas está asociada con altos niveles de telomerasa en sangre, lo que explica por qué las células cancerosas son tan difíciles de combatir: se regeneran muy deprisa, y se multiplican aún más rápidamente. Un nivel alto de telomerasa en sangre es un buen indicador de alta probabilidad de presencia de células cancerosas, incluso antes de  que estas se hayan detectado.

  Se ha comprobado que los telómeros pueden degenerar y destruirse más rápidamente en individuos altamente estresados. (Ver estudio)

  ¿Podemos inferir que bajos niveles de stress pueden ayudar a mantener los  telómeros intactos por más tiempo, y ampliar así nuestras expectativas de vida? Algunos estudios confirman esta cuestión... Se han llevado a cabo experimentos con ratones en los que su expectativa de vida se aumentó en un 30%.

  Es posible que hayan existido individuos sometidos a niveles de stress mucho menores que los nuestros y que hubieran podido vivir mucho más tiempo que nosotros. ¿Pudieron existir entonces individuos centenarios, o incluso milenarios? Echaremos un vistazo a esta cuestión en próximos encuentros. ¡Manténgase  en sintonía!

lunes, 17 de marzo de 2014

Sincronicidad


"Sincronicidad"

Acuarela sobre papel, 24 Junio 2004






  Leemos en Wikipedia (versión en inglés):  

     "Sincronicidad es la experiencia de dos o más eventos que aparentemente no tienen relación causal, pero que se perciben como simultáneos de forma significativa. El concepto de sincronicidad fue descrito primeramente por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung en los años 1920-30".

     "...El concepto no cuestiona ni compite con la noción de causalidad. Sostiene que de la misma manera que los eventos pueden agruparse por causas, también pueden agruparse por significado. Un agrupamiento de eventos por significado no tiene por qué tener explicación en términos de causa y efecto."

    "...En sus conversaciones con Albert Einstein y Wolfgang Pauli, Jung creía que había paralelismos entre sincronicidad y algunos aspectos de la Teoría de la Relatividad y de la Mecánica Cuántica. Jung estaba entregado a la idea de que la vida no es una serie de acontecimientos al azar, sino más bien la expresión de un orden más complejo, al que él y Pauli se referían como 'Unus Mundus'. Este orden más profundo le llevó a la idea de que una persona está rodeada por un sistema ordenado en el que él/ella es el núcleo y foco. Llegar a esta conclusion fue no sólo un ejercicio intelectual, sino tambien una experiencia similar a un despertar espiritual.


    "...Desde una perspectiva religiosa, la sincronicidad comparte características similares a la de una 'Intervención de la Gracia'. Jung también creía que la sincronicidad tenía en la vida de las personas una fución similar a los sueños, la de cambiar la conciencia egocéntrica del individuo hacia una plenitud más universal."